Tras la  vuelta de este viaje explorador y de realización de Okume, podemos decir con la boca bien abierta que hemos vuelto ha realizar un sueño más.

Fuimos a Camerún con un objetivo previamente cumplido: que la asociación local que trabaja con nosotros asumiera el control de los proyectos que realizamos. Llevamos casi tres años financiando un proyecto educativo. Por una parte, becando a alumnos de familias necesitadas para que su situación no sea un impedimento para su educación, y por otra, un proyecto sanitario de desparasitación de niños en la zona de Districte de Nyanon. Esto ya era un hecho antes de nuestro viaje.

El motivo de nuestro desplazamiento era conseguir los permisos y observar la puesta en funcionamiento del nuevo dispensario, financiado por la Fundación en Yaounde, equiparlo con el material desplazado mediante el contenedor y observar y atender a los necesitados de la zona de Districte de Nyanon y conseguir hacer un estudio para el tratamiento de la oncocercosis, enfermedad parasitaria de gran incidencia en la zona.

Todos estos objetivos se han conseguido. Hemos establecido la cooperativa que gestionará los recursos del dispensario y con ellos auto gestionarán tanto el dispensario como el  proyecto de desparasitación. Hemos iniciado un estudio para ver la posibilidad de instalar un centro farmacéutico en el futuro para crear nuestros propios fármacos, los cuales daremos a nuestros enfermos a fin de abaratar costes y bajo el amparo y control del servicio de Farmacia del Hospital Clínico, y hemos conseguido una bolsa de cooperantes médicos que pretenden desplazarse de forma discontinua para realizar actos sanitarios concretos.

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Por otra parte, hemos establecido un convenio de colaboración con la asociación ASMA a fin de usar y mejorar las instalaciones sanitarias (dispensario médico) que está construido en Nyanon, pero que dicha asociación ve de difícil canalización. Okume llenará el dispensario del material necesario y lo usará como centro de referencia mientras sus cooperantes estén allí desplazados.

En el momento de nuestra vuelta a casa, las obras del Hospital estaban acabadas y sólo quedaba descargar los contenedores y colocar el material tal y como lo habíamos previsto y dejar el resto de material que aportábamos para equipar el dispensario de Nyanon y para mejorar las infraestructuras sanitarias del Norte de Camerún en una donación que la Fundación hace a su país de acogida.

Todo ello es fruto de años de trabajo por parte de cada uno de nosotros, Okume, y por ello hoy es un día de celebración.