Al aterrizar en Bata con el sr. Pere Basany, algo sucedió en mí: me había formado una idea totalmente equivocada de este país. Personalmente, tengo el pasado, el presente, y el futuro ante mí. Atrás han quedado las casitas de madera, por todos lados se ve la nueva construcción y se observan infraestructuras viales, barrios modernos, con un estadio de fútbol y polideportivos impresionantes.

Cuando llegué al Centro Educativo Balmes-Bata no podía creer lo que veía. Las aulas muy espaciosas, con mucha luz natural y rodeadas de un complejo de bloques de pisos modernos y un conjunto de casas apareadas. El resto de vistas eran selva y más selva, el futuro de nuestros niños será estudiar en plena naturaleza.

Lo pasé como un niño con zapatos nuevos. Acudía al centro a las 7.30h, recibía a los niños saludándolos uno a uno y a los pocos padres que les acompañaban, dado que la mayoría van en taxi por no haber todavía servicio de autocar. La única parte negativa es que trabajando se está siempre sudando, por el resto, he disfrutado enormemente estos 20 días que he compartido en cooperación en el centro Balmes-Bata.

Invito a todas aquellas personas a las que les guste la idea de poder colaborar en algo para los niños y que sientan esa sensación de satisfacción tan agradable, en algo que se puede creer y palpar día a día en primera persona.

Juan A. Arán, socio-cooperante de la Fundación Privada Okume AZ. Centro de Estudios Balmes-Bata.