Este verano tuvimos la suerte de poder viajar a África, gracias a la oportunidad que nos ofreció la ONG Okume AZ de poder participar en sus proyectos de desarrollo en los países del sur. Siendo más concretos, nuestra primera experiencia en los países Africanos se desarrolló en Senegal, donde se halla la maravillosa población de Guerle. Una zona exclusivamente dedicada a la agricultura y a su pequeño comercio local. Quizás por ello, la situación de esta población está lejos de aquellos contextos cercanos al cuerno de África, donde la desesperación y la hambruna son propias de la rutina diaria.

Seguramente tenga algo que ver el fomento y el desarrollo de una agricultura local, comunitaria y tradicional como algunas de las causas por las que de momento esta zona está libre de expropiaciones y explotaciones de los países del Norte y sus agroindustrias. Así que de una forma muy distinta a las situaciones límite que se están viviendo en el cuerno de África, la población habitante en Guerle puede cubrir –no sin complicaciones en muchos casos- las necesidades básicas (teniendo en cuenta su accesibilidad al agua potable y a una dieta rica en arroz acompañada siempre de verduras, carne o pescado). Aunque con ello, no cabe olvidar otras dificultades como pueden ser la ausencia de electricidad o la falta de poder adquisitivo en la compra de material médico, escolar, productos básicos, etc. Por ello cabe destacar la importancia que en un futuro deberá ejercer el gobierno Senegalés para corregir aquellas imperfecciones e inequidades que sufre su población, sin olvidar el papel que deben jugar los países del Norte en la restricción y regulación de aquellas políticas neoliberales que favorecen siempre a los más ricos. Así que, a pesar de la ayuda que en los últimos años ha realizado la ONG Okume AZ en la construcción y el desarrollo del dispensario médico en la zona, así como en sus otros proyectos, queda claro que en los años que vienen será de gran importancia la localidad y la autogestión de la población, retirando así progresivamente la ayuda internacional que no debe ser más que un impulsor inicial para desarrollar su actividad futura.

A grandes rasgos esta podría ser una pequeña descripción del área poblacional. Sin duda, habría que añadir muchas otras características, aunque por el momento nos servirá para hacernos una idea global del contexto socioeconómico de la zona. Dicho esto, supongo que todo aquel que haya realizado una colaboración internacional a otros países entenderá la dificultad en poder explicar todas aquellas vivencias, emociones, sensaciones y experiencias que uno vive tan intensamente durante todo el proceso. Y eso incluye desde el primer momento que uno pisa por primera vez tierra Africana hasta el último día de su estancia.

Por nuestra parte, la idea inicial al desarrollar esta experiencia era la de poder ayudar a los habitantes de la zona y al mismo tiempo aprender de todo aquello que se nos ofreciese. Así que en nuestros planteamientos organizativos nunca dejamos de lado nuestras habilidades y competencias profesionales para poder ofrecer nuestra ayuda de una manera eficiente y responsable. Teniendo en cuenta nuestros perfiles y los valores de la ONG Okume AZ, decidimos ofrecer nuestra colaboración en los ámbitos educativos y sanitarios. Por ello, durante el tiempo que estuvimos en África desarrollamos todo tipo de actividades educativas y lúdicas en beneficio de la infancia, así como nuestra humilde participación en todas aquellas tareas relacionadas con las áreas médicas. Cabe destacar que en todo momento recibimos un gran apoyo por parte del equipo profesional y médico de la zona, sin olvidar a la población en general, la cual, nos hizo sentir y nos transmitió la gran labor que según ellos estábamos haciendo. Nuestra presencia y nuestra rutina diaria en el desarrollo de actividades para la población produjeron así una rápida integración y adaptación en la zona. Por ello no podemos más que agradecer a la población de Guerle por su rápida aceptación hacia nosotros, además de agradecer nuevamente a Okume AZ la oportunidad ofrecida en trabajar en este proyecto.

No podemos obviar que la vida nos ofrece grandes oportunidades. Experiencias que es mejor no dejar escapar, porque seguramente sin ellas, no nos convertiríamos en las mismas personas que al día de hoy somos. Los retos, desafíos y oportunidades individuales y colectivas que en un futuro esperamos disponga África irán acompañadas de un gran esfuerzo y sacrificio por parte de su población. En nuestro caso nuestro camino vendrá marcado por nuestra vivencia y experiencia en África como punto inicial a cambios y transformaciones más profundas en nuestra manera de vivir y de mirar el mundo. Es seguro que después de nuestro viaje, disponemos de más información y conocemos con más exactitud algunas de las necesidades de la población de Guerle.

Aunque lógicamente nuestra corta estancia no ha sido suficiente para realizar una recopilación de información concreta y determinada, pero sí que nos ha servido para establecer contactos y escribir las peticiones personales de las personas que trabajan en los diversos servicios: escuela y hospital, siempre teniendo en cuenta lo mencionado en líneas anteriores, es decir, la ayuda internacional debe ejecutarse en una fase inicial para posteriormente retirarse y con ello potenciar la autodeterminación y la soberanía de los pueblos. 

Por último, simplemente nos gustaría añadir, ahora de vuelta a nuestra realidad, que debemos aprender mucho de las diferentes culturas que cohabitan en el mundo. En este caso y para ser más concretos, de la cultura Africana. Una población que a pesar de las dificultades y de las adversidades en la que se encuentra, muestran en todo momento su simpatía, hospitalidad y felicidad. Una empatía y gentileza hacia nosotros (los tubabs) muy difícil de explicar. Así que, resumiendo, sólo podemos decir que el aprendizaje más grande que quizás puede realizar un ser humano en su vida se simplifica en disfrutar de los momentos más sencillos y simples que ésta nos ofrece. En apreciar todo aquello que somos y sin duda de todos aquellos que queremos.

La vida a veces es más simple de lo que parece, y una sonrisa y un gesto amable  pueden ser más gratificantes que cualquiera de las cosas que os podáis imaginar. Especialmente si esa sonrisa es la de un niño/a.

Cooperantes de la mano de Okume AZ en Senegal

Verano 2011