Programa de Medicina Escolar en el Depto. de la Sanaga Maritime

Introducción

NYANON, distrito situado al norte del departamento de la Sanaga Maritime en la provincia del Litoral, está situado como varias otras pequeñas localidades en pleno corazón de la selva tropical camerunesa lejos de las grandes metrópolis, pero también muy lejos de los diferentes indicadores de desarrollo y de bienestar como el acceso a las curas de salud elementales, vista la pobreza de los lugareños, la rareza de las infraestructuras de salud, el coste elevado de los tratamientos e incluso la deficiencia técnica de las estructuras de salud existentes.

Con este panorama sanitario y social precario en una localidad de unos 14.474 habitantes recubriendo una superficie de 598 km2 y que comporta alrededor de 40 escuelas maternales, primarias y secundarias:

¿QUÉ DESARROLLO PSICOLÓGICO Y FÍSICO PARA LOS NIÑOS?

Explicación de la Actividad

Para responder a esta pregunta, en el mes de mayo de 2010, la Asociación ’’ NGOG LITUBA’’, con sede en Barcelona (España) de la que uno de sus miembros fundadores es originario de NYAHOO, con el patrocinio de la Fundación OKUME AZ de L’ Hospitalet de Llobregat, ha pasado por todas las escuelas de la zona con una aportación de 4000 dosis de Albendazol (un antiparasitario) para una campaña de desparasitación de los niños. Se dispuso, además, de un pequeño stock de antibióticos por si algunas enfermedades corrientes y fáciles de diagnosticar fuesen identificadas. Este stock contenía:

-  500 comprimidos de amoxicilina 500mg
- 1000 comprimidos de metronidazol 250mg
- 1000 comprimidos de quinina 300mg
- 1000 comprimidos de paracetamol 500mg
-  200 comprimidos de nistatina 500mg
- 1000 comprimidos de diclofenaco 50mg

Esta iniciativa se reveló benéfica y saludable para todos ya que en el mismo periodo, el gobierno camerunés, en colaboración con la Unesco, organizaba también una campaña de desparasitaje en las escuelas primarias del país; siendo esta campaña la única que el gobierno organiza cada año. A esta información, nos planteamos la cuestión siguiente : "¿UNA SOLA TOMA DE VERMICIDA AL AÑO ES SUFICIENTE PARA UN NIÑO RESIDENTE EN ZONA RURAL?" Esta pregunta ha encontrado una respuesta negativa puesto que las normas de salud de la OMS sobre el desparasitaje sistemático prevé 4 tomas de vermicida al año, o sea, 1 toma cada 3 meses. Además, no sólo las escuelas maternales y primarias privadas no se han beneficiado, sino que además, la mayoría de las escuelas públicas que se han beneficiado han recibido una cantidad de dosis inferior al efectivo de alumnos de sus escuelas. Vista esta insuficiencia, surgían dos cuestiones más bien comprometidas a saber : "SEGÚN QUÉ CRITERIOS LOS MAESTROS DE ESCUELA HABRÁN ESCOGIDO A LOS ALUMNOS QUE SE BENEFICIARON DE LA DOSIS DE VERMICIDA?" y "¿CÓMO EXPLICAR A UN NIÑO QUE SU COMPAÑERO DE CLASE TIENE DERECHO AL MEDICAMENTO Y ÉL NO?". A este dilema hemos aportado una solución que ha sido percibida como un verdadero milagro puesto que gracias a nuestra donación de vermicidas, todos los niños de cada escuela visitada han podido ser desparasitados.

En el momento de pasar por las escuelas, visto el gran número de otras enfermedades diagnosticadas, echamos una ojeada en los botiquines de las escuelas. Grande fue la decepción puesto que en una escuela, sólo encontramos un bote de alcohol, en otra escuela encontramos unos pocos comprimidos, en otra un poco de algodón y en otra algunos comprimidos de paracetamol o de quinina. Así, los directores de los establecimientos nos confirmaban que era lo único de lo que disponían para resolver los males de sus alumnos. Estos pobres niños que ni siquiera en su seno familiar se benefician de un seguimiento médico adecuado.

En la primera escuela visitada, nuestro stock de antibióticos ya fue agotado dada la gran cantidad de enfermedades diagnosticadas. Enfermedades que, según nos han informado, son muy recurrentes en los niños de estas escuelas, cosa habitual en todas las escuelas de la zona rural. Nuestra tristeza fue grande porque no teníamos suficientes medicamentos para curar a los niños de las otras escuelas.
A la vista de todo ello, cuidadosos con el bienestar físico y conscientes de que estos niños constituyen una esperanza para sus familias y sus pueblos, hemos estimado necesario organizar un programa de medicina escolar en los centros ecolares interesados completando el proyecto inicial de desparasitaje trimestral.